El domingo pasado decidí salir a disfrutar de las bellas calles de Asunción junto con mi hermana. La tarde se prestó agradable y casi épica ;), el sol parecía brillar más de la cuenta para solo realzar la belleza de los frondosos lapachos, los que parecían dirigir el paso hasta una Iglesia muy, muy bella: La de San Miguel Arcángel.